El interruptor de la noche (dormir mejor tras el cambio de hora)
Tras el cambio de hora, su sueño era una casa sin interruptores: luces encendidas en pasillos mentales. Un electricista le dijo: “No hace falta reparar la casa: basta con aprender el orden de apagado”. Probó con tres clics cada noche: bajar pantallas, bajar luz, bajar ritmo. En una semana, la casa oscurecía sola.
Moraleja: el descanso aparece cuando enseñas a tu cuerpo el orden de apagado.